Los complejos polimetálicos representan el alfabeto de el idioma de la vida .
Se usan para reforzar funciones que han perdido su autorregulación natural como consecuencia de situaciones o eventos creadores de traumas, estrés emocional, o por déficit bioquímicos, de inmunidad o de otro tipo.
Los complejos polimetálicos permiten regular «cortocircuitos«, bloqueos y sobrecargas que perjudican la comunicación celular y ponen en peligro la integridad funcional del cuerpo.